EL DIOS LEVANTADO
Abraham Méndez V.
EL DIOS LEVANTADO
A mis padres Arsenio Méndez Guzmán
y Bienvenida Vargas de Méndez, pastores de Iglesia;
a Noelisa Paula de Díaz, sierva del Señor,
y al Monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez,
Obispo de la Diócesis de Barahona.
¿Quién es capaz de penetrar al fondo
de tu desconocido
o acaso fabuloso acontecer?
¿Quién solitario inclinará sus ojos,
hasta llegar al alma
deshabitada toda de tu espejo?
--ANILLO DE DIOS.
Franklin Mieses Burgos
-I-
Diablo en tinieblas no coge cabeza.
En el principio fue creado el Hijo,
y el Verbo era Dios, según Juan dijo,
por El, y en El, lo demás… por su alteza.
Era Luzbel el ángel de más belleza;
mas, no feliz de ser menor que el Hijo,
aprovechó estrella y ángeles y dijo:
Dios temió crear todo en mi cabeza.
Y Dios que todo sabe, no en todo va,
arrojó a Luzbel a las tinieblas,
junto a la legión que lo acompañaba.
Ser dia-bo-lo es calumniar a Jehová.
Amar a Dios es no ser pura niebla.
El Diablo en tinieblas, jamás oraba.
-II-
En el principio creó Dios los cielos y la tierra,
millones de años después la tierra estaba
desordenada y vacía, pues Satán se vengaba,
lleno de ira, destruyendo todo en la guerra.
Mas, Dios creó a los ángeles con su inmortal cera
y no quiso destruir a Luzbel, que lo atacaba,
lo hizo cautivo pues lo traicionaba,
e hizo Dios al hombre como mudable pera.
Y el hombre, en su libre albedrío, puede subir
a la altura del ángel, o volver sin pena
al polvo, como un mono que ignora su mayor cena,
pues no tiene opción en este su único existir,
más que la acción de nacer y morir, como árbol,
sin saber que la gloria es más que un eterno arrebol.
-III-
Y la tierra estaba desordenada y vacía,
y del desorden aquel aún aparecen fósiles,
con millones de años que no son nada fáciles.
Y en la mar el Espíritu Santo se movía.
¿Qué pasó, entonces? Lucifer, seguro homicida
desde el principio, dijo Cristo. Era culpa suya:
penetró a la Varona y todo era jucha cuya
idea es ser dios de vidas desprevenidas.
Y destruir la creación de Dios es obra del Diablo,
porque con las almas que Jesús ha de salvar,
tendrá Dios con que sustituir la legión de ángeles,
la legión oscura que de Luzbel son retablo.
La humana alma debe elegir si quiere el lugar,
el camino que la hará un coro de arcángeles.
-IV-
Y Caín era de Jesurún ilegítimo incubo.
Mas Adán fue el buen titán del primer Génesis;
del proyecto de Dios era el nuevo paréntesis,
y le ofreció Dios tierra y Adán llenó sus cubos.
Y al ángel caído, en lugar de Abel, Dios puso a Set.
Mas, Lucifer hacía matar los mensajeros del Rey,
y oyó Dios el clamor de su amada grey:
sacrificó su Hijo para aplacar nuestra sed.
Así que el que es y será después de los tiempos,
el Dios que ha fijado el orden de las eras,
el Dios que limitó toda nuestra mudanza,
es también amigo fiel y la gran esperanza,
de ser más allá del ser y fin de todo tiempo,
restaurando el reino de la más bella esfera.
-V-
La tierra es una casa construida sobre roca,
sabio el hombre que en roca edificó su casa,
pero ahora el hombre, para adornar su terraza,
las perfora por el oro que cuelga en su boca.
Un becerro de oro que a ningún ángel convoca,
es este globo azul que suprime la esperanza,
y el amor es en el corazón una lanza,
allí donde avaricia es ciencia que jamás equivoca.
Si tiempo y espacio son propiedades del ser,
carcomiendo rocas de un planeta tan antaño,
los cinco continentes volverán a ser dos,
como cuando Moloc llevó al hombre a fenecer
y sólo Adán se opuso hace millones de años.
Y en el tercer Génesis reinará el mismo Dios.
-VI-
Un ángel de sueño
es el fruto maduro que cae de las ramas
del deseo de otros mundos,
abiertos por los vientos sonoros
del aleteo de los peces
en las lunas de mayo.
Las lunas son milenios de angustias
en las rocas de oro cubiertas de hielo,
porque un cometa salido del sol
ahora cruza las órbitas últimas del sueño
y acaba con las sequedades desordenadas
de un planeta de afables vientos
y de mares perfectos inefables salidos del hielo
bajo un sol tibio como el nuestro
al amanecer auroral de abril
en los pantanos de yodo;
bajo un sol llameante de amor
como el nuestro,
instintivo y locuaz,
como un ángel de sueño.
Un fruto maduro pende aún del árbol
de la vida que empieza su eternidad
de raíz invencible,
como la luz del rayo gigante
sobre las nubes
que esta mañana trajeron
dibujado, por breves instantes,
el rostro patriarcal del ángel de fuego,
y yo entendí de su boca
este canto deletreado de pronto,
el cántico del Dios levantándose
(al tercer
(día de su sueño de muerte.
VII
Mi palabra es un cuerpo de cristal
en cuyo fondo de lágrimas de sangre
su martirio es mar fosilizado al beso,
lejos del sol es un cristal helado,
cerca del sol es una roca incendiada,
sobre la tierra tibia es sólo polvo
que llora,
pero aquí y allá mi cuerpo sigue siendo
la sombra de una ave maravillosa
cuyas cenizas de cascarones
de huevos de oro empollan otra vez
como un cielo duro
que los rayos del sol
desvían con los rayos gigantes
sobre las nubes del ardor
en su ruta sedienta hacia el océano
de estos ojos que vuelven a la vida,
cuando ya la vida
es otro rompimiento de la luz
desde el fondo terrible
de la mente de Dios.
Mi palabra es un cuerpo de cristal
que orbita en el tiempo que se viste
de fiesta con la última hoja seca
de guázima que le quedaba a la muerte.
-VIII-
El verdadero sentido de la vida
es salvar en ella aquello que es eterno,
asirse a Dios en un acto de fe sempiterno,
con Cristo, por quien nos fue concedida.
El resplandor de la imagen divina
y la potestad de fe del gobierno
que rige el Universo y el infierno,
es voz eterna que nació una y trina.
Resucitó Lázaro de la tumba
y muchos muertos volvieron a casa
cuando predicó el Cristo en ultratumba.
De ahí que un ángel es cual microfilm
de inmortal cera que vuelve a ser raza.
Así creará Dios nuestro eterno redil.
IX
¿Dime, Dios, cómo es posible
que toda la Naturaleza
seas Tú, y yo, cual apacible
viento entre verde maleza,
sea parte del mundo interior
que en el sol te calcina,
y Polo Norte se empecina
en hacerte hielo muy superior?
¿Dime, Dios, cómo es posible
que en verdad tantas partes
seas, y fuera de estas partes
todo universal imposible,
cuando eres sin principio ni fin,
cuando todo, Dios, lo creaste,
cuando al Hijo solo pensaste,
y todo selló tu amor sin fin?
Yo me conformo con amarte,
porque Tú eres desde siempre
y para siempre el Dios vivo,
pasión que me hace quererte.
Canto a los cielos redivivos,
y tu Gloria es el camino,
la copa de oro, pan y vino!
Y -X-
Piedra que cae al tranquilo río que pasa,
mil ondas de pasión que a la orilla van,
cielos de aguas de espejos que llevan
las formas indias del rostro de casa.
Calles de cuerpos que dan al sol grasa
entre invisibles kilos de piel que iban
siendo los símbolos que vienen y van,
río al aire que el ácaro desplaza.
Playas de olas de un mar bravío cuyo ojo
golpeó el negro avión originario
del dolor y la atómica muerte,
ácaros cuánticos que de sonrojo
y de asombro hacen morir templarios
que aguardan del existir mejor suerte.
Barahona, 12 Octubre, 2005.
Nota: poema central del libro El Dios Levantado, de Abraham Méndez Vargas, Editora Taller 2007, 1,000 ejemplares, Santo Domingo, D. N.
Abraham Méndez V., es narrador, poeta y ensayista dominicano. Nació en Neiba, provincia Bahoruco en el 1961. Desde hace más de diez años reside con su familia en Barahona, provincia de Barahona, donde es funcionario judicial. Ha publicado varias obras en verso y en prosa, como son El Dios levantado, Canto desde las sierras (2007, editora taller, Sinfonías de la paternidad (2005, editorial gente, santo domingo), que son poemarios; en prosa ha publicado el libro de cuentos El santo, la gran plena y otros cuentos del sur (editorial buho, 2007); La fiesta de Lucas Cajnavá, novela, editora taller, 2007. Ha publicado un ensayo jurídico titulado La seguridad jurídica en la Republica Dominicana (2001). Tiene inéditas varias obras en prosa y verso.
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