MAGIA Y MEA CULPA
MAGIA Y MEA CULPA
La verdad es que cuando uno se quema,
mientras se cuece el caldero del cielo
sobre las brazas encendidas del corazón,
uno sacude las manos y hace magia,
pero, si al rebanar un repollo de nostalgias, o al
cortar la carne fresca que recién
hemos traído del mercado del mundo, nos cortamos las uñas con todo y dedo,
entonces solo un dedo sacudimos,
llevándonos a la boca un cielo de sueños,
haciendo con la boca un perfecto mea culpa.
Abraham Méndez Vargas.
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